Las heridas de la infancia son un tema vital a tratar en todos los adultos, esto no quiere decir traumas infantiles o procesos traumáticos extremos. Pero si condicionamientos psicológicos y emocionales que no se curan con el tiempo.

Las heridas de la infancia son heridas que todos tenemos activas en mayor o menor medida y en distintas combinaciones.

Los místicos dicen que son los retos que nuestra alma se ha propuesto a superar en esta encarnación. Los médicos dicen que fueron descargas emocionales que condicionaron nuestro cerebro justo en su proceso de formación y madurez. Yo digo que son ambas cosas igual de ciertas e igual de importantes.

Estas heridas cuando se activan hacen que repitamos patrones de comportamiento de forma inconsciente e irracional y la manera de sanarlas es primero que nada identificarlas e irnos reeducando a actuar diferente cuando nuestras heridas se hacen presentes. Es como quitarle el timón al niño herido y educar al adulto a tomar el mando.

Las 5 heridas son: abandono, rechazo, humillación, traición e injusticia. Y como te explicaba antes, todos los seres humanos tenemos activas dos y hasta 4 heridas en mayor o menor medida a si que ¡Espiritus y cerebros a la obra! Hagamos magia juntos.

Voy a escribir para ti una serie de posteos con las descripciones de cada herida para que puedas ayudarte a reconocerlas. Así que no te pierdas las entregas de esta serie.

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Besos Sanadores… Isaura Avalos, bruja celta de somos magia pura.